Se ha dicho que la música es amor, es libertad, es una religión… pero ¿qué beneficios palpables puede tener esto para nuestra vida más allá del romanticismo y los gritos de libertad?
La verdad, la ciencia se ha esforzado mucho por encontrar esta respuesta, pero en un metaanálisis (análisis de varios análisis), los Dres. J. Matt McCrary, Eckart Altenmüller, Clara Kretschmer y Daniel S. Scholz de la Hannover University of Music, Drama and Media, en Alemania, decidieron sintetizar la información disponible al respecto para responder una pregunta: ¿Las intervenciones en las que se hace y escucha música están asociadas con cambios positivos en la salud?
En líneas generales, la revisión de estudios concluyó que la música tiene impacto positivo en la vida de las personas, pero en lo que no parece haber acuerdo es en la magnitud del impacto.
Ni en la dosis necesaria. En el análisis se revisaron 26 estudios con 779 individuos, en los que el tratamiento con música se utilizó como parte de la terapia. Los resultados mostraron un significativo impacto positivo entre la música -hacerla cantando o tocando instrumentos, escucharla y las intervenciones terapéuticas con música- y la calidad de vida relacionada con la salud.
Algunos impactos positivos de la música sobre nuestra salud:
- Nos ayuda a dormir.
- Ayuda a expresar emociones al cantar.
- Encontramos motivación para ejercitarnos con música alegre.
- Conectándonos con otros al ir a conciertos y compartir gustos.
Y es por esa misma individualidad que tampoco se establece una “dosis” para cada persona. Diferentes cantidades impactan a diferentes personas de diferentes maneras, pero el lado positivo es que, entonces, la dosis suficiente para sentirte bien la pones tú.